Habilidades lingüísticas
para un futuro brillante.
Preguntas frecuentes
La terapia de lenguaje es una intervención profesional realizada por un especialista del habla y lenguaje, que tiene como objetivo mejorar las habilidades de comunicación, como la pronunciación, el uso adecuado del lenguaje y la comprensión.
Cualquiera puede acudir a un terapeuta de lenguaje para una evaluación.
El terapeuta trabajará contigo para identificar los objetivos adecuados para tu situación particular.
- Hablantes tardíos, también conocidos como “Late talkers”.
- Niños en edad preescolar con problemas para comunicarse o con un habla difícil de entender.
- Personas con trastorno del desarrollo del lenguaje, lo que afecta su capacidad para hablar y entender a los demás.
- Personas con dificultades en el habla.
- Personas que tienen dificultades para aprender a leer y escribir.
- Personas con pérdida auditiva y aquellos que se comunican con ellos.
- Personas con lesión cerebral adquirida, como en casos de accidentes automovilísticos o accidentes cerebrovasculares.
- Personas con discapacidades físicas, cognitivas y/o sensoriales.
- Personas con enfermedades neurológicas progresivas, como la enfermedad de la neurona motora, Parkinson o demencia.
En México, los terapeutas del habla y lenguaje son profesionales, con formación universitaria, que se especializan en ayudar a las personas a comunicarse mejor.
En México existen licenciaturas especializadas en la formación de terapeutas de lenguaje.
Tales como: Licenciatura en Neurolingüística y Psicopedagogía, Licenciatura en Comunicación Humana, Licenciatura en terapia del lenguaje, Licenciatura en Terapia de Audición, Voz y Lenguaje.
Es importante acudir a un especialista en habla y lenguaje porque estos profesionales están capacitados para identificar, evaluar y tratar dificultades que pueden afectar la comunicación y el desarrollo del lenguaje. La intervención temprana es clave para mejorar la calidad de vida y evitar problemas más graves en el futuro.
Los trastornos del habla y lenguaje pueden pasar desapercibidos o confundirse con “etapas normales” del desarrollo. Un especialista puede identificar problemas como dislalias, trastornos del lenguaje receptivo y expresivo, que, si no se abordan, pueden dificultar el desarrollo social, académico y emocional del individuo.
La capacidad de comunicarse eficazmente es esencial para la interacción social, el aprendizaje y la vida diaria. Un terapeuta del lenguaje puede ayudar a mejorar el vocabulario, la articulación, la fluidez y el uso adecuado del lenguaje, lo cual es fundamental para el éxito escolar y social.
La intervención temprana es clave. Si un niño muestra signos de retraso en el habla o el lenguaje a los 2-3 años, es recomendable que sea evaluado por un especialista. Sin embargo, la terapia de lenguaje es útil para personas de todas las edades, desde bebés hasta adultos mayores.
Algunos signos que indican que un niño puede necesitar terapia de lenguaje incluyen:
- No decir palabras a los 12-18 meses.
- No formar frases de dos palabras a los 2 años.
- Dificultades para ser comprendido por otros a los 3-4 años.
- Problemas con la comprensión del lenguaje o la lectura en edad escolar.
Si observas alguno de estos signos, es recomendable consultar a un especialista.
El terapeuta del lenguaje realiza una evaluación inicial que incluye una entrevista con los padres o el paciente, la observación de las habilidades de comunicación, y la aplicación de pruebas formales e informales para medir el nivel de desarrollo del habla, el lenguaje, la voz, la fluidez y, en algunos casos, la deglución.
Antes de comenzar las sesiones de terapia, se realiza una evaluación exhaustiva para identificar las dificultades del paciente.
Después de la evaluación, el terapeuta de lenguaje establece objetivos claros y específicos para la intervención. Estos objetivos son personalizados y se basan en las áreas que necesitan ser trabajadas.
Los objetivos se trabajan a través de actividades significativas para los niños y niñas como:
juegos, cuentos, experimentos.
Una razón importante por la que las terapias deben ser divertidas y emocionantes para los niños es que esto fomenta su motivación.
Cuando los niños disfrutan del proceso y se divierten mientras adquieren habilidades lingüísticas, están más motivados a participar activamente en las actividades y dedicar tiempo y esfuerzo en mejorar sus comunicación verbal y escrita.
La duración del tratamiento varía según el tipo y la gravedad del problema de comunicación.
Algunas personas pueden necesitar pocas sesiones, mientras que otras pueden requerir tratamiento a largo plazo, especialmente si hay condiciones subyacentes como trastornos del desarrollo o discapacidades permanentes.
El especialista no solo trabaja con el paciente, sino que también proporciona orientación a los familiares para ayudarles a entender cómo apoyar el desarrollo del lenguaje en casa y mejorar la comunicación.
La mejoría depende del tipo de trastorno y de la dedicación tanto del paciente como de la familia para practicar en casa lo que se trabaja en terapia. En algunos casos, los avances se pueden ver en meses, mientras que otros casos más complejos pueden tardar años en mostrar mejorías significativas.
Los hablantes tardíos (también conocidos como “late talkers” en inglés) son niños que, a pesar de tener un desarrollo adecuado en otras áreas (como el juego, las habilidades motoras y la comprensión del lenguaje), tienen un retraso en el desarrollo del lenguaje expresivo. Es decir, estos niños entienden el lenguaje de manera normal, pero no alcanzan los hitos del habla esperados para su edad.
- A los 2 años, pueden tener un vocabulario expresivo limitado, con menos de 50 palabras y/o no logran formar frases de dos palabras.
- Tienen una comprensión del lenguaje adecuada para su edad (entienden más de lo que pueden decir).
- No presentan problemas auditivos ni otras condiciones neurológicas o cognitivas que puedan explicar el retraso.
- Mejora la comunicación y la interacción social.
- Aumenta la confianza y autoestima del paciente al poder expresarse mejor.
- Facilita el aprendizaje y el desarrollo académico en el caso de los niños.
- Rehabilita el lenguaje y el habla después de un accidente cerebrovascular o lesión cerebral.